"Era la mejor tarde de la semana, te lo habías merecido, portarte bien durante 5 días seguidos era muy duro, las tablas de multiplicar, mantener una ausencia total de pataletas, comer HIGADO, coliflor y tener la habitación como una patena.
El sargento de La Chaqueta Metálica estaría orgulloso de nosotros. Lo que podíamos llegar a hacer por un puñado de harina, huevos y azúcar, algo tan sencillo y que nos podía tener tan firmes.
Todo el día dándole vueltas con qué sirope las ibas a tomar, fresa, chocolate o caramelo, era una decisión vital, equivocarse podía ser dramático. Uno de los mayores problemas que tenía al tomar tortitas era la cantidad de sirope, como buen niño, las quería con muchísimo sirope, casi flotando y en el sitio donde iba, la camarera muy recelosa de su sirope siempre se quedaba bastante corta a mi parecer.
Otro punto para que esa tarde de tortitas fuera perfecto era la nata, el día que te echaban de bote, aquello sabía diferente y aunque las engullía como si de un niño de Biafra se tratara, siempre le decía a mi madre con la boca llena y los trozos de tortitas saliendo por mi boca: " Están buenas, pero la nata, no es nata..." y seguía masticando.
Recuerdo volver andando a casa, casi en silencio, feliz, saciado y curiosamente muy relajado... y me planteo... que tendrán las tortitas que todo el que las come SONRIE!!! Al final se trata de eso no???"
Ahora un poquito de historia para saber y agradecer de dónde vienen y como varían en otros países:
Nadie
puede atribuirse la invención de las tortitas. Así como hay diferentes
versiones de hoy, la historia de las tortitas indican que han estado presentes
en diversas formas y hace mucho tiempo en muchos países.
Las
primeras Tortitas.
Los
romanos la llamaron Alita Docia (del latín "otro dulce"). Los
ingredientes consistían en leche, huevos y la harina, mezclados y
fritos. Algunas versiones contenían miel y trozos de fruta.
Durante
la Edad Media, el pastel comenzó a asemejarse a la variedad
moderna. Ingredientes como la harina de maíz, el trigo sarraceno y la
patata comenzó a ser utilizado. Estas tortas se cocían en piedras y
chimeneas.
Su
popularidad fue tal que Shakespeare lo mencionó no menos de cuatro veces en dos
de sus obras.
A
comienzos de la historia de las tortitas estaban vinculadas al martes de
carnaval, el día antes de la Cuaresma cristiana. Durante la Cuaresma, la
Iglesia prohibía comer huevos y grasas. Esta costumbre comenzó a
principios de la Edad Media y ha persistido hasta nuestros días.
En
inglés se llaman Pancakes, traducido Pan (sartén) Cake (tarta) y en
Francia y en Inglaterra la tortita se conoce como crepé.
En
Australia, la torta se sirve de postre al contrario que en los EE.UU. donde se
suele comer en el desayuno.
En
Alemania se les llama Pfannkuchen. A veces se corta en tiras y se consume
con la sopa. Pfannkuchen también se utiliza también para referirse a las
rosquillas.
En
los Países Bajos se llama pannekoeken. Se sirve regularmente para la cena
y se encuentran en los restaurantes.
En
los países escandinavos son los panqueques con crema batida y un poco de
mermelada de frutas.
En
Suecia, que tienen varios crepes diferentes, algunos de los cuales son fritos o
al horno.
La
historia de las tortitas no se limita a Europa y América. Hay versiones de
África, Malasia, Filipinas y muchos otros países.
En Hogar Dulce Hogar intentamos conseguir que una merienda de toda la vida, saludable, sin grasas saturadas ni conservantes, vuelva a tener su sitio para pequeños y mayores.
Personalmente soy de sirope de fresa o de arce (el típico americano), y dependiendo del día, las tomo con trocitos de plátano y pepitas de chocolate por dentro....
Que ricas las TORTITAS!!!!
Un Abrazo!!
HDH
